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Consejos para la recuperación después de los hilos tensores

Certificado por Dra. Adriana Juanes Viedma

Los hilos tensores se han convertido en uno de los tratamientos más solicitados para recuperar la posición y forma de las estructuras faciales y corporales, y corregir los excedentes de piel que con el paso del tiempo pueden comenzar a aparecer en determinadas áreas del rostro.

Debido a que se trata de un tratamiento mínimamente invasivo capaz de ofrecer excelentes resultados, los hilos tensores son cada vez más demandados por personas de diferentes edades. 

Además, es una técnica avanzada con la que el profesional puede proporcionar los mejores resultados según las necesidades de cada paciente. La naturalidad de los mismos son otros de los motivos por los que los hilos tensores se han posicionado por delante de otras técnicas más invasivas.

RECUPERACIÓN TRAS EL TRATAMIENTO DE HILOS TENSORES

Los hilos tensores son un tratamiento mínimamente invasivo, ya que los hilos se colocan con microagujas especiales que se guían por debajo de la piel, apenas provocan molestias durante y después de la intervención. 

Puede que tras la intervención el paciente sufra algún tipo de edema o molestia puntual que, por lo general, suele remitir en pocos días. Es posible que aparezcan también pequeños hematomas si se rompe algún capilar. Esta reacción leve que los hilos tensores pueden provocar suele desaparecer antes de las 48 horas. Es recomendable usar una pomada antibiótica durante un tiempo aproximado de 4 días.

Al contar con una recuperación sencilla, el paciente puede retomar su rutina diaria de manera inmediata siempre y cuando siga los consejos proporcionados por el médico experto. Además, otra de las grandes ventajas de los hilos tensores es que pueden ser combinados con otros tratamientos como la mesoterapia o los rellenos de ácido hialurónico o infiltraciones con principio activo.

CUIDADOS Y RECUPERACIÓN DESPUÉS DE PONER HILOS TENSORES

A pesar de que los hilos tensores cuentan con una recuperación sencilla, es necesario tener en cuenta algunos cuidados y consejos para conseguir una mejor y más rápida recuperación.

Recuerda que es normal que durante los dos primeros días aparezca un ligero edema, hematoma o alguna irregularidad en la piel. Puede ser que sientas cierta tirantez e incluso que notes una ligera molestia en la zona donde se realizó la incisión.

Estas pequeñas molestias no suelen durar más de 48 horas. Ya en la consulta, el médico aplicará antibiótico en forma de crema en los puntos de entrada. En el caso de una molestia más intensa, el paciente puede tomar antiinflamatorios durante los dos o tres días después del tratamiento. Además, no debe frotar, masajear o maquillar la zona durante los días que el médico le recomiende.

Durante al menos una semana, la zona debe limpiarse y secarse con mucho cuidado y suavidad para evitar cualquier alteración del tratamiento. Y, por supuesto, no es posible tomar el sol, someterse a masajes faciales o cosméticos durante al menos dos semanas. En este periodo de tiempo, te recomendamos no gesticular en exceso, usar ropa cómoda y no frotar la zona tratada para evitar que los hilos tensores puedan desplazarse ligeramente. También es aconsejable dormir bocarriba durante los primeros días.

En cuanto al deporte, los ejercicios de alta intensidad no pueden practicarse hasta pasadas las 3 semanas. Tampoco está permitido el uso de saunas o las cirugías dentales hasta después del mes. 

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