El verano aumenta el riesgo de padecer determinados problemas en las zonas íntimas, por lo que muchas de nuestras pacientes nos piden una serie de consejos ginecológicos para esta época del año.
La combinación de calor, aumento de la sudoración y cambio de hábitos, tan comunes en la etapa estival, puede alterar el equilibrio normal de la flora íntima y del pH.
En este post, los ginecólogos de la Unidad de Ginecología Regenerativa de Instituto Médico Láser te dan estos consejos ginecológicos para mantener la salud y el bienestar de la zona íntima durante el verano.
En este artículo encontrarás
¿Qué problemas ginecológicos son los más frecuentes en verano?
Durante los meses de calor, los problemas ginecológicos más frecuentes son las infecciones vaginales.
Las condiciones de calor, humedad y cambio de hábitos pueden alterar los microorganismos que contribuyen a mantener el equilibrio de la zona íntima. Esto puede dar lugar a infecciones como la candidiasis o la vaginosis.
Algunos de los síntomas más comunes de este tipo de afecciones son:
- Irritación
- Enrojecimiento
- Cambios en el flujo
- Picor
- Molestias
Consejos ginecológicos para el verano
1. Mantén seca la zona íntima
Para evitar infecciones o molestias, sécate bien después del baño. Es recomendable llevar un bikini o traje de baño de repuesto.
2. Elige tejidos naturales para tu ropa interior
Las fibras sintéticas favorecen que se mantenga la humedad. Por ello te recomendamos que uses ropa interior de tejidos transpirables, como el algodón.
3. Reduce el uso de prendas ajustadas
La ropa ajustada puede provocar rozaduras y molestias, por lo que se recomienda que no abuses de ella.
Si vas a practicar deportes como la bicicleta, spinning o montar a caballo, prueba con un tipo de braguita distinto del tanga.
4. Evita los protectores diarios
Los protectores diarios retienen la humedad y la temperatura de la zona íntima, lo que puede alterar su pH.
Si vas a usarlos, elige aquellos cuya composición permita la transpiración, como los fabricados con algodón, y cámbialos con frecuencia.
5. Usa productos de higiene íntima con pH neutro
Elige productos que respeten la flora de la zona íntima, hipoalergénicos y sin perfume.
6. Siéntate sobre tu toalla
Si estás en la playa o en la piscina, evita sentarte directamente sobre la arena o el suelo.
7. Cuida tu dieta
Los probióticos pueden ayudarte a mantener la protección de la flora vaginal.
Los probióticos son microorganismos que, en dosis adecuadas, pueden reportar beneficios a la salud y, concretamente, a mejorar la respuesta inmunitaria.
El yogur, el kéfir o los encurtidos en vinagre, como pepinillos y aceitunas, son ricos en probióticos. Siempre que estos alimentos te sienten bien, inclúyelos en tu dieta.
7. No te automediques
Si notas molestias en tu zona íntima, como escozor, cambios en el flujo o en la menstruación, no adquieras productos sin receta.
Tampoco realices duchas vaginales ni te apliques lociones calmantes por tu cuenta.
El ginecólogo te realizará un diagnóstico y una historia clínica para determinar cuáles son las causas concretas de esos cambios en tu zona íntima, e indicarte así el tratamiento adecuado.
¿Cuál es el tratamiento para las infecciones de las zonas íntimas?
Cada tipo de infección tiene su tratamiento, por eso el diagnóstico realizado por el ginecólogo es fundamental.
Para el diagnóstico, el ginecólogo puede preguntarte por tus antecedentes médicos, puede realizarte un examen pélvico, tomar muestras para un análisis o hacer una prueba de pH.
Por ejemplo, para la vulvovaginitis candidiásica, el ginecólogo puede pautar tratamientos tópicos o por vía oral.
Si a pesar de estos consejos ginecológicos sigues teniendo dudas sobre tu salud íntima, consulta siempre con el ginecólogo.