Con el paso del tiempo la elasticidad y turgencia de la piel comienza a desaparecer debido a la pérdida de sustancias producidas naturalmente por el cuerpo para mantener el tono y estructura de los tejidos. También se produce una atrofia progresiva de las almohadillas grasas faciales y cierta atrofia ósea que afecta a la estructura y el almohadillado de los pómulos. Como consecuencia, la flacidez facial puede hacerse más evidente en zonas concretas como los pómulos, uno de los puntos más afectados por la disminución de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
En Instituto Médico Láser (IML) somos expertos en combatir la flacidez en los pómulos y en conseguir un rostro mucho más juvenil y firme mediante tratamientos con ácido hialurónico. Te contamos a continuación todo lo que necesitas saber sobre el uso de ácido hialurónico para levantar los pómulos, su duración, beneficios y desventajas.
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Relleno de pómulos con ácido hialurónico
La pérdida de volumen y firmeza de los pómulos afecta a la apariencia del rostro en general, haciendo que las arrugas del arco nasogeniano comiencen a verse más pronunciadas y, como consecuencia, se consiga un rostro más apagado y menos juvenil.
Por ello, el relleno de pómulos con ácido hialurónico se ha convertido en uno de los tratamientos más demandados por aquellas personas que buscan un rejuvenecimiento facial pero con resultados naturales. Al inyectar ácido hialurónico en la zona de los pómulos, los tejidos más superficiales recuperan el volumen perdido y se consigue así eliminar también la flacidez de las áreas de alrededor.
Sin duda, el ácido hialurónico en los pómulos es una gran alternativa con la que devolver volumen a esta zona del rostro. Además, hay que tener en cuenta que el ácido hialurónico es una sustancia que nuestro propio organismo produce de manera natural por lo que, al inyectarla en los pómulos, con el tiempo el cuerpo irá absorbiendo dicha sustancia inyectada. Esto provoca que el efecto de dicho tratamiento sea muy natural aunque temporal, con una duración aproximada de entre 10 y 18 meses. Así, suele ser necesario realizar retoques cuando el ácido hialurónico comienza a perder efecto.
En cuanto a los efectos secundarios, al ser una sustancia producida por nuestro propio organismo, el relleno de pómulos no suele tener contraindicaciones exceptuando alguna pequeña reacción inflamatoria local.
Duración y efectos del ácido hialurónico
La duración del efecto conseguido con los tratamientos de ácido hialurónico dependerá de cada paciente y de la cantidad de sustancia aplicada. También influye el tipo de ácido hialurónico empleado y la técnica realizada para el aumento de pómulos. Sin embargo, la duración de los resultados suele estar entre los 10 meses y el año, llegando al año y medio en algunos casos (la duración dependerá del tiempo que el organismo tarda en absorberlo).
En cuanto a los efectos, el ácido hialurónico en los pómulos ofrece resultados muy naturales ya que se trata de una sustancia que será reabsorbida por el organismo. Sin embargo, es fundamental que el tratamiento sea realizado por un profesional en medicina estética.
Después de la sesión el rostro puede presentar alguna leve inflamación o rojez que desaparece en no más de dos días. Es importante no frotar fuertemente ni hacer presión sobre la zona durante los primeros días, usar protector solar y no mojar la cara durante las primeras horas tras realizar el tratamiento.
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