Dolor causado por varices y otros síntomas

Certificado por Dra. Alba Martínez Gómez

El dolor causado por varices es frecuente en verano por varios motivos, principalmente por el aumento de las temperaturas, lo que favorece la vasodilatación de las venas, así como los desplazamientos largos en vacaciones, en los que el paciente permanece mucho tiempo sentado en el avión o el coche. Las fuentes de calor, como saunas, radiadores o la exposición solar prolongada son otros factores por los que las molestias de las varices pueden agravarse.

Pero, ¿cuáles son los síntomas de las varices? ¿Por qué duelen las varices? ¿Cuándo hay que acudir al especialista? Nuestros expertos de la Unidad de Flebología y Cirugía Vascular de IML responden.

Dolor de varices: síntomas

En la mayoría de los casos, las varices estéticas (es decir, aquellas que no tienen importancia clínica) son asintomáticas o, como mucho, producen molestias leves, como sensación de piernas cansadas.

Sin embargo, es habitual que las varices de calibre grueso o varices graves presenten una sintomatología más compleja.

Entre los síntomas más frecuentes del dolor de varices se encuentran los siguientes:

  • Sensación de piernas cansadas o pesadas
  • Calambres en las pantorrillas
  • Edema localizado en los tobillos (hinchazón)
  • Sensación de hormigueo
  • Sensación de pulsaciones
  • Picor localizado en tobillos y pies
  • Cambios en el color de la piel
  • Dolor en tobillos y pantorrillas

¿Cuándo hay que acudir al médico?

En función del tipo de varices, los síntomas pueden mejorar tras tomar algunas medidas paliativas, como elevar las piernas o refrescarlas con duchas de agua fría.

Sin embargo, cuando las molestias se producen de forma brusca y continuada, cuando aparecen cambios en la piel o cuando el dolor es más agudo, en IML recomendamos acudir al médico especialista en Flebología, Angiología y Cirugía Vascular para descartar una patología vascular grave.

Varices y dolor de piernas: ¿Por qué duelen las varices?

Varices y dolor de piernas son conceptos que suelen estar íntimamente ligados en el caso de las varices reticulares y, sobre todo, las tronculares o varices graves, ya que la dilatación venosa fruto de este trastorno circulatorio puede cursar con inflamación, acumulación de líquidos y espasmos en los miembros inferiores.

Las varices son dilataciones en las venas producidas por un fallo de las válvulas venosas. Éstas son unas estructuras de los vasos sanguíneos que impulsan la sangre hacia el corazón. Cuando falla la función de estas válvulas se produce el estancamiento de las venas y su dilatación, lo que altera la circulación sanguínea de retorno.

Cuando las dilataciones se producen en los capilares más externos se forman las varices telangiectasias o arañas vasculares, un tipo de varices finas y sin importancia clínica que se transparentan bajo la piel. No suelen producir síntomas.

Habitualmente, las varices reticulares o de calibre medio (es decir, las que tienen un diámetro de entre 2,5 mm y 5 mm), suelen presentar un color azul o verdoso y forman relieve bajo la piel. Sus síntomas suelen ser la pesadez y cansancio en las piernas.

Las varices más gruesas son varices graves con importancia clínica. No siempre son visibles, por lo que, ante dolor agudo, calambres y cambios de pigmentación en la piel hay que acudir al especialista.

Cómo aliviar el dolor de varices

Para aliviar el dolor de varices se pueden tomar dos tipos de medidas:

  1. Medidas paliativas
  2. Tratamientos médicos

Las medidas paliativas pueden mejorar los síntomas, pero no eliminan las varices.

Los tratamientos médicos tratan el origen del problema, ya que actúan directamente sobre las varices, origen de las molestias.

De entre las medidas paliativas que pueden mejorar los síntomas de las varices destacamos los siguientes:

  • Usar medias de compresión

La compresión que ejercen estas prendas favorece el impulso del retorno sanguíneo. Algunos pacientes refieren no usarlas durante los meses de calor por cuestiones estéticas o de confort, sin embargo, el verano es una de las épocas del año en las que puede ser más interesante su uso, ya que el calor puede agravar la dilatación de las venas.

Es recomendable llevarlas durante los viajes largos y siempre que el paciente vaya a permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo.

El grado de compresión ideal lo establecerá el médico especialista, en función del tipo de varices y del estilo de vida de cada paciente.

  • Usar ropa y calzado cómodos
  • Elevar las piernas
  • Caminar alternando punta y talón de vez en cuando
  • Aplicar duchas ascendentes de agua fría
  • Aplicar geles refrescantes para piernas cansadas
  • No exponer las piernas a fuentes de calor (exposición solar, saunas, calefactores)
  • Evitar la obesidad y el sedentarismo

Por su parte, los tratamientos médicos son los únicos que actúan sobre el origen del problema: la vena afectada.

En Instituto Médico Láser disponemos de un tratamiento médico específico para cada tipo de varices. Aunque cada uno de ellos posee características únicas, todos comparten las siguientes ventajas:

  1. Se realizan con láser
  2. Se realizan de forma ambulatoria, sin hospitalización
  3. Inmediatamente después de su aplicación, el paciente puede (y debe) caminar, por lo que no requiere baja médica

El tratamiento consiste en aplicar la energía del láser en las varices para que éstas se fibrosen, impidiendo que la sangre circule por ellas. El organismo reabsorbe de forma natural los restos de la variz tratada.

En IML hemos patentado un método único de eliminación de varices que multiplica la eficacia del láser y que consiste en infiltrar una espuma esclerosante (polidocanol) antes de aplicar el láser. Esta espuma produce un efecto de amplificación de la energía del láser, lo que optimiza al máximo el rendimiento del tratamiento.

Uno de nuestros médicos expertos estará encantado de diagnosticar su tipo de varices en una consulta informativa gratuita.

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