La otoplastia es una sencilla cirugía con la que conseguir modificar la estética de las orejas de una manera mínimamente invasiva y con un postoperatorio relativamente sencillo. Sin embargo, hoy en día, tanto las cicatrices como el postoperatorio de una otoplastia continúan suscitando dudas y preguntas a algunos de los pacientes. Por ello, desde Instituto Médico Láser (IML) aclaramos a continuación como pueden llegar a ser las cicatrices de una otoplastia, si son realmente visibles a simple vista y en qué consiste el postoperatorio.
En este artículo encontrarás
La operación de otoplastia
El tratamiento de otoplastia que realizamos en IML permite corregir los posibles defectos estéticos o malformaciones de las orejas, obteniendo resultados naturales y satisfactorios. Además, los cirujanos de IML ofrecen una completa personalización del tratamiento para que la otoplastia ofrezca los mejores resultados en cada persona.
La operación de otoplastia no necesita de ingreso hospitalario aunque sí se realiza bajo anestesia local y con una leve sedación para una mayor comodidad del paciente. Normalmente, es un tratamiento que se realiza en poco tiempo y cuyo postoperatorio es sencillo. Tras la operación el paciente deberá llevar, durante al menos 48 horas, un vendaje que protege y cubre la zona auricular para proteger las orejas y las incisiones y evitar movimientos o desplazamientos de las orejas. También deberá evitar golpes, roces e incluso sobreesfuerzos o movimientos bruscos con la cabeza.
Hay que tener en cuenta que durante los primeros días la zona puede estar inflamada o presentar hinchazón. Entre los 7 a 10 días siguientes a la intervención, se procederá a la retirada de puntos en caso de que no sean reabsorbibles.
Posibles cicatrices después de una otoplastia
La cirugía de otoplastia tiene la ventaja de que se realiza mediante incisiones por detrás de las orejas, por lo que resultan practicamente invisibles. Las posibles cicatrices que puedan quedar por una otoplastia es una de las mayores preocupaciones de las personas que quieren realizarse dicha intervención. Sin embargo, cada vez las cicatrices de la otoplastia quedan muy bien escondidas por detrás de la oreja. Aunque depende del tipo de oreja y resultado a conseguir, por lo general la cicatriz se realiza justo en el surco posterior para que apenas se aprecie, quedando oculta por detrás en la mayoría de los casos. Además, con el paso del tiempo la cicatriz de la otoplastia pierde inflamación y enrojecimiento, quedando prácticamente invisible.
Es cierto que tras la intervención el paciente puede apreciarse dichas cicatrices ya que la zona continúa estando inflamada y enrojecida. Con los cuidados adecuados, las cicatrices irán desapareciendo poco a poco hasta quedar prácticamente invisibles.
En IML nuestros médicos especialistas atienden cada caso de manera personalizada, analizando la forma de las orejas de cada persona, entendiendo las necesidades de cada paciente y explicando en todo momento las diferentes opciones a realizar para evitar que la cicatriz sea visible. Nuestros médicos explican de forma sencilla y clara en todo momento cualquier duda que pueda surgir antes o después de la intervención.