¿Sabes qué es un nevus en la piel? Los nevus, a veces también conocidos como lunares, son lesiones pigmentadas que normalmente aparecen durante la infancia e incluso al nacer.
Con el paso del tiempo pueden oscurecerse o aumentar su tamaño. A pesar de que no suelen derivar en complicaciones dermatológicas, sí que es recomendable contar con la opinión de un médico experto que analice su estado y descarte riesgos.
En este artículo encontrarás
Cuándo aparecen y por qué
Los nevus suelen ser inofensivos y no presentan síntomas. Cuando aparece picor, sangrado o dolor es necesario visitar a un dermatólogo ya que podría tratarse de una lesión no benigna y, por lo tanto, tendría que analizarlo detenidamente y valorar su eliminación.
Los nevus aparecen cuando los melanocitos crecen en grupo de manera conjunta. A pesar de que pueden salir al nacer, también pueden ir apareciendo con el paso del tiempo debido a la tendencia personal, a la exposición solar u otros factores como el embarazo. Además, normalmente las personas con piel blanca presentan un mayor número de nevus que las personas con piel más morena.
Con el paso del tiempo los nevus pueden cambiar de color, aumentar su tamaño e incluso modificar su forma. Por ello, es importante que un dermatólogo controle su morfología cada cierto tiempo.
Hoy en día son muchas las personas que, a pesar de que no presentan síntomas, deciden acudir al dermatólogo para encontrar un tratamiento con el que tratar uno o más nevus. Así, será el médico especialista quien llevará a cabo un seguimiento de dichos lunares, analizando sus cambios y síntomas.
Tipos de nevus en la piel
La morfología y color de los nevus es diferente y variada. Así, podemos encontrar nevus finos o gruesos, planos o verrugosos, marrones o rosados. Además, pueden aparecer en cualquier parte de nuestra piel.
Así, teniendo en cuenta el lugar y forma de los nevus, se clasifican en tres tipos: nevus juntural, nevus compuesto y nevus intradérmico.
- Nevus juntural o de la unión: se caracteriza por ser una zona hiperpigmentada de color y tamaño variable, desde pocos milímetros hasta más de 2 cm. La superficie es lisa, y de forma redondeada y bordes netos. Son los más frecuentes en durante la etapa adolescente y juventud.
- Nevus compuesto: se presentan en diferentes tamaños y formas e incluso con varios volúmenes dentro de una misma lesión. Su aparición es más frecuente durante la infancia, pudiendo llegar a aumentar su grosor y pigmentación.
- Nevus intradérmico: es una lesión ligeramente pigmentada que puede llegar a presentar pelos terminales en la superficie. Este tipo de nevus suele permanecer sin variaciones y son más frecuentes en los últimos años de la vida.
Además existen otro tipo de nevus con características especiales que les hacen tener una verdadera entidad independiente. Por ello, es necesario acudir al dermatólogo ante cualquier duda o alteración en nuestra piel y evitar posibles complicaciones. En IML estaremos encantados de atender cualquier consulta dermatológica y poder asesorarte sobre los tratamientos que mejor se adaptan a tus necesidades y características.