Los cambios bruscos de temperatura en invierno y en verano producen agresiones cutáneas que van acumulándose, ya que la piel guarda memoria de todo el daño que recibe.
Tenemos muy buena conciencia de que debemos proteger la piel en verano y, sin embargo, en invierno las precauciones que se toman son menores.
Este artículo reúne consejos y recomendaciones de nuestros dermatólogos para el cuidado de la piel frente a las agresiones externas producidas por el frío o el calor intenso.
- Cuidados de la piel y el pelo durante el inverno
- Cuidados de la piel y el pelo durante el verano
- ¿Cómo neutralizar los efectos del invierno y del verano en el pelo?
- ¿Cómo afecta la testosterona al pelo y a la piel?
En este artículo encontrarás
Cuidados de la piel y del pelo durante el invierno
Los cambios bruscos de calor a frío o viceversa afectan con mayor intensidad a los varones que tienen una piel más fina y seca que a los que tienen un la piel facial más grasa. Por tanto, es fundamental que los hombres refuercen su hidratación y protección en los meses de invierno.
Durante el periodo invernal, el pelo tiende a mostrarse reseco y desvitalizado con pérdida de brillo y una ligera tendencia a su caída.
Esto es debido a que el pelo también acusa los cambios bruscos de temperatura, de los ambientes calefactados y secos al frío invernal y, en ocasiones, al ambiente húmedo y contaminado del exterior.
El cabello, al igual que la piel, se deshidrata en estas circunstancias. Por ello se muestra seco y quebradizo e incluso existe más tendencia a sufrir caspa por la importante deshidratación del cuero cabelludo. La ruptura de las capas externas de cada fibra capilar o cada pelo individual produce la desaparición del brillo natural propio de un cabello sano, así como su aspecto quebradizo.
Por su parte, la piel del rostro no es homogénea. Tanto hombres como mujeres tenemos distintos tipos de piel en el rostro. Así, la nariz, el mentón y la frente cuentan con una piel más grasa e hidratada. Sin embargo, la piel de las mejillas y de la región preauricular (la piel de delante de las orejas) es una piel muy fina y con muy poca hipodermis. Éstas son las zonas que más acusan los daños invernales, que se manifiestan en forma de desecación, envejecimiento prematuro y aparición de capilares dilatados conocidos como «cuperosis»/#, y las estivales, ya que son las zonas del rostro donde más incide la radiación solar.
El pelo, la piel y los deportes de invierno
Las condiciones climáticas del invierno son diferentes a las del verano. Normalmente, los deportes de invierno que se realizan en alturas como el esquí o el montañismo suponen un medio ambiental invernal y especial, debido precisamente a que se practica en las alturas. Por este motivo, las siguientes circunstancias son decisivas:
- La radiación ultravioleta se filtra en menor medida, porque la densidad de absorbentes en la atmósfera es menor a medida que aumenta la altura.
- El grado de humedad ambiental es más bajo, en la llanura es de un 70% y en las montañas es de un 20%.
- El frío enmascara el calor recibido por la exposición solar.
- Si nos encontramos en un paisaje nevado, el 80% de la radiación ultravioleta es reflejada por la nieve (el mar refleja el 20% de la emisión ultravioleta emitida por el sol).
La nieve refleja el 80% de la radiación ultravioleta (UVA)
Además, los deportes de invierno suponen continuos cambios de temperatura para el pelo y la piel.
En la piel del rostro, de las manos y del escote los continuos cambios de temperatura ambiental suponen continuas dilataciones y contracciones de los capilares dérmicos:
La piel se adapta a la temperatura ambiental fría mediante una vasoconstricción intensa de los capilares de la dermis; pero, transcurridos unos minutos, y fruto de la liberación de calor por el consumo energético que supone el ejercicio físico, la piel de todo nuestro rostro y otras zonas expuestas pasa a un estado de sudoración en el que existe vasodilatación de los capilares dérmicos.
El nivel de consumo energético mantiene los capilares dilatados pero una vez concluido el ejercicio y el consumo energético, los capilares se vuelven a contraer. Entonces nos introducimos en un ambiente caldeado y debido a la necesidad de liberar exceso de calor por la calefacción, los capilares vuelven a dilatarse.
En invierno, la piel soporta cambios de temperatura y humedad, al pasar de ambientes secos y calientes de zonas interiores, a los ambientes fríos y húmedos del exterior. A todo ello habría que sumar los cambios de temperatura aún más bruscos que se experimentan con los deportes de montaña de invierno, como el esquí.
Con los deportes de invierno, la piel del rostro sufre un auténtico tiovivo vasomotor que es fácil que desemboque en la aparición de capilares dilatados o cuperosis en la zona malar (pómulos) y en mentón.
Una vez que han aparecido los capilares dilatados en las mejillas el tratamiento de elección es el tratamiento con láser de colorante pulsado , más conocido como láser V-Beam.
Se trata de un láser específicamente diseñado para eliminar los capilares y las estructuras vasculares de mayor calibre localizadas en cara y cuello. La luz de este láser es absorbida por el color rojo del capilar. Es muy habitual obtener un resultado completo en una única sesión.
En IML ofrecemos a la paciente un tratamiento que comprende las sesiones de repaso necesarias para alcanzar un óptimo resultado.
Es un tratamiento que debe realizarse bajo absoluto control de un médico especialista en Dermatología, ya que la piel tras el tratamiento requiere una serie de cuidados que debe pautar el especialista.
Con la práctica de deportes de invierno, el pelo sufre también los cambios de temperatura, pero es suficiente un buen abrigo del cuero cabelludo para evitar este tipo de vaivenes térmicos.
En invierno es recomendable reforzar la hidratación de la piel
¿Qué zonas del rostro son las más delicadas frente a las agresiones del invierno?
Las mejillas y la región preauricular (la piel delante de las orejas) es una piel muy fina, con muy poca hipodermis. Estas son las zonas que más acusan los daños invernales y que se manifiestan en forma de desecación, envejecimiento prematuro y aparición de capilares dilatados conocidos como «cuperosis». Por ello es muy importante protegernos de la radiación solar y controlar los cambios bruscos de la circulación dérmica con cremas con rutósidos.
Los labios son una estructura tisular muy hidratada y muy expuesta en los deportes de invierno, en presencia de clima ventoso, sufren un alto nivel de deshidratación. Es muy importante aplicar una protección específica a los labios, que será siempre de alto contenido graso para garantizar que la mucosa labial conserve su adecuado nivel de hidratación.
La dermis de la piel que cubre cuello, escote y manos es mucho más fina, tiene igualmente poca hipodermis. También acusa gravemente los daños invernales de forma precoz. La mejor protección para estas áreas es la ropa de abrigo adecuada y si la piel de estas zonas va a estar expuesta, una rigurosa y repetida aplicación de cremas de filtro solar.
La nariz, el mentón y la frente cuentan con una piel más grasa e hidratada y sufren menos con los deportes de invierno.
Consejos para cuidar la piel en la montaña
- Aplicar protección solar de factor 50 antes y durante la práctica del esquí o del montañismo, empleando una cantidad abundante.
- Portar gafas de sol con adecuados filtros para radiación ultravioleta.
- Utilizar ropa de protección adecuada para manos, escote y cuello.
- Aplicar una protección específica para labios, ya que son muy propensos a sufrir desecaciones extremas.
- Al concluir el ejercicio físico, aplicar en las zonas expuestas del rostro cremas ricas extractos de rutósidos (mellilotus oficinallis).
Cuidados de la piel y del pelo durante el verano
El principal daño que sufren piel y pelo durante el verano es la deshidratación .
Además de la deshidratación, la piel sufre la aparición de lesiones propias del foto-envejecimiento que se traducen en manchas marrones y capilares dilatados.
Un cambio en el gradiente de humedad ambiental, que pase del 90% al 60%, supone un porcentaje de deshidratación de la piel del 30%. Podemos imaginar el nivel de estrés que sufre nuestra piel en verano adaptándose continuamente a la sequedad de los aires acondicionados, a la humedad ambiente propia de las playas y piscinas y al estrés de secado extremo y rápido que produce una intensa exposición solar.
La protección solar es un gesto indispensable en el cuidado de la piel en verano
Cuidados de la piel durante el verano
La primera medida que hemos de tomar para recuperar la piel de los estragos del verano es devolverle su hidratación .
Es necesario que la capa córnea recupere su papel de barrera, lo cual se consigue mediante la aplicación de sustancias humectantes en forma de cremas de aplicación diaria de alta composición lipídica, que evitan que el agua de la piel se evapore. Los componentes más adecuados son el ácido hialurónico, vitamina F, escualenos y ceramidas.
En segundo lugar, es necesario revitalizar y reparar los daños cutáneos. Instituto Médico Láser de Madrid dispone de distintas opciones terapéuticas, lo que permite personalizar el tratamiento en función de las caracteristicas de cada paciente:
- Mínimas arrugas, cambios pigmentarios moderados , múltiples lesiones dispersas, telangiectasias y/o poros dilatados de carácter leve:
- Luz Pulsada Intensa de Pulso Rectangular.
- Arrugas de expresión, foto-envejecimiento incipiente o moderado , léntigos iniciales, queratosis palpables pero no visibles:
- Affinity Q-Swichted Nd.
- Alejandrita Q-Swichted.
- Terapia Fotodinámica.
- Arrugas abundantes, fotoenvejecimiento avanzado , queratosis visibles, discromías, etc.:
- Peeling químico.
- Arrugas por todo el rostro, fotoenvejecimiento severo y piel de color amarillo-grisáceo con posibles lesiones premalignas:
- Active Fx (láser fraccionado de CO2).
Cuidados del pelo durante el verano
En relación al pelo, la exposición solar intensa, el aire acondicionado y los cambios de temperatura al salir al exterior, el cloro de las piscinas, la sal y la arena de la playa producen en el pelo el mismo efecto de deshidratación que los cambios bruscos de temperatura del invierno: la capa hidrolipídica del tallo piloso se desgasta y desaparece, por lo que el pelo se cuartea y se manifiestan escamas en la capa cuticular del mismo.
Entre los consejos de nuestros dermatólogos para recuperar el pelo tras el verano, destacan:
- Sanear las puntas
- Aplicar champús y acondicionadores con alto poder nutritivo y reparador
- Evitar secadores y planchas
- Evitar lavar el pelo con agua caliente
- Emplear peines y cepillos adecuados
¿Cómo neutralizar los efectos del invierno y del verano en el pelo?
Para neutralizar los efectos tanto del verano como del invierno en el pelo deberemos plantearnos mejorar su hidratación y su nutrición mediante mascarillas hidratantes y nutritivas y evitarle el estrés añadido que supone los secados con secador de aire caliente muy intensos, que son absolutamente destructivos para la capa superficial de la queratina del pelo.
Los productos reparadores y nutritivos más interesantes para el tratamiento del pelo son aquellos que contienen polímeros para retener el agua, lecitinas que fortalecen el cabello, aceites de oliva o sésamo que hidratan y nutren y manteca de karité, que tiene efecto reparador.
No debemos olvidar que los productos reparadores del cabello deben aplicarse en función de las características del pelo. Cada tipo de pelo tiene un tratamiento que resulta el más adecuado:
- El cabello muy seco se distingue porque está mate y sin brillo al faltarte hidratación, es bueno emplear siempre cremas suavizantes con aceite de oliva o almendras y emplear una vez a la semana una mascarilla nutritiva.
- El cabello graso , como su propio nombre indica, tiene siempre exceso de grasa y tiende a manifestarse como lacio y apelmazado, necesita la aplicación de sustancias que combinen productos astringentes que regulen la producción de la grasa.
En cualquier caso, si el pelo está muy estropeado se puede realizar un tratamiento de choque aplicando una mascarilla diaria durante una semana.
¿Cómo afecta la testosterona al pelo y a la piel?
La testosterona es la hormona sexual predominante en el varón.
La acción de la testosterona sobre la epidermis se ejerce, sobre todo, a nivel de la glándula sebácea a la que estimula, de cuya activación depende la secreción cutánea grasa que constituye la película hidrolipídica de superficie de la piel responsable de conservar la hidratación. Esto explica que, en situación de agresión climática, los varones tengan normalmente mejor resistencia a perder los niveles de hidratación cutánea que las mujeres.
También es probable que la testosterona actúe sobre la capa basal de la epidermis, cuyas divisiones podría estimular. Es decir, el hombre tiene una piel inicialmente más resistente que la mujer. Pero esto no debe suponer una relajación de los cuidados que debe realizar el varón. Ya que una vez causado el daño cutáneo, el varón tiene menor capacidad de recuperación.
El estudio de los estrógenos de síntesis y de sus efectos sobre la piel, permite suponer que actúan sobre los fibroblastos estimulándolos. El resultado de esta acción es una producción más importante de elastina y de colágeno en la mujer, lo que se manifiestan en una mejora de la calidad de la red elástica cutánea basal. Es decir, la mujer tiene mejores mecanismos de reparación frente a los daños cutáneos sufridos. Por lo tanto, para el varón es imprescindible cuidarse.
En IML ofrecemos todo tipo de cuidados específicamente diseñados para el hombre: depilación láser facial para hombres, depilación láser corporal para hombres o tratamientos dermatológicos para hombres, entre otros.
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