Las cicatrices representan la manera natural en que el cuerpo repara una lesión. Sin embargo, en algunas ocasiones, el proceso de cicatrización puede descontrolarse y dar lugar a lo que se conoce como cicatrices queloides. Estas cicatrices pueden causar molestias y afectar la autoestima de quienes las padecen. En este artículo explicamos qué son las cicatrices queloides, sus causas, cómo identificarlas y las opciones de tratamiento disponibles para tratarlas.
En este artículo encontrarás
¿Cómo son las cicatrices queloides?
Las cicatrices queloides son un tipo de cicatriz elevada que se forma debido a una producción excesiva de colágeno durante el proceso de cicatrización. A diferencia de las cicatrices normales, que suelen ser planas y se desvanecen con el tiempo, las cicatrices queloides continúan creciendo más allá de los bordes de la herida original y pueden llegar a ser considerablemente más grandes.
Características de las cicatrices queloides:
- Relieve pronunciado: Las cicatrices queloides sobresalen de la piel, creando una superficie elevada que puede variar en tamaño.
- Coloración: Suelen tener un color más oscuro que la piel circundante, pudiendo ser rojizas, moradas o marrones.
- Textura: Son más gruesas y firmes al tacto en comparación con la piel normal.
- Crecimiento progresivo: A diferencia de las cicatrices normales, las queloides pueden seguir creciendo con el tiempo, incluso después de que la herida haya sanado.
- Picazón y dolor: En algunos casos, las cicatrices queloides pueden causar picazón, dolor o sensibilidad en la zona afectada.
Es importante destacar que las cicatrices queloides no se limitan a una zona específica del cuerpo. Pueden aparecer en cualquier parte, pero hay ciertas áreas donde son más comunes. A continuación, analizamos estas zonas en detalle.
Zonas donde suelen aparecer las cicatrices queloides
Las cicatrices queloides pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo donde se haya producido una lesión en la piel. Sin embargo, hay ciertas zonas que son más propensas a desarrollar estas cicatrices con relieve.
1. Cicatrices por cesárea o cicatrices quirúrgicas
Las mujeres que se someten a una cesárea pueden desarrollar cicatrices queloides en la zona de la incisión. Esta área es especialmente susceptible debido a la tensión que soporta la piel durante la cicatrización. La cicatriz puede extenderse más allá de la incisión original, volviéndose más prominente con el tiempo.
2. Cicatrices en pecho
El pecho es otra zona común para las cicatrices queloides, especialmente en personas que han sufrido acné severo, han pasado por cirugías en esta área o han tenido perforaciones. Las cicatrices queloides en el pecho tienden a ser grandes y pueden ser muy visibles, lo que genera incomodidad estética y física.
3. Cicatrices en espalda y hombros
Las cicatrices queloides también son comunes en la espalda y los hombros, a menudo como resultado de lesiones de acné o heridas traumáticas. Estas zonas están frecuentemente expuestas a fricciones y tensiones que pueden favorecer el desarrollo de queloides.
4. Cicatrices en piel expuesta a quemaduras o cortes
Las cicatrices queloides pueden formarse en áreas que han sido sometidas a quemaduras, cortes profundos o cirugías.
¿Se pueden evitar las cicatrices queloides?
Prevenir la formación de cicatrices queloides puede ser un desafío, especialmente si tienes predisposición genética. Sin embargo, hay varias medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollarlas:
- Evitar heridas innecesarias: Limita las perforaciones, tatuajes o cualquier procedimiento que pueda causar cicatrices si tienes una tendencia conocida a desarrollar queloides.
- Cuidado adecuado de las heridas: Mantén la herida limpia y cubierta para evitar infecciones. La aplicación de cremas hidratantes o ungüentos con vitamina E puede favorecer una cicatrización más suave.
- Presión en la zona afectada: Utilizar apósitos de presión o vendajes compresivos sobre la herida puede reducir el riesgo de que se forme una cicatriz queloide.
- Silicona en gel o láminas: Las láminas de silicona y los geles tópicos pueden ayudar a prevenir la formación de cicatrices elevadas al mantener la piel hidratada y protegida.
- Evitar la exposición al sol: La exposición directa al sol puede oscurecer las cicatrices queloides, haciéndolas más visibles. Utiliza protector solar de amplio espectro en la zona afectada.
Si a pesar de estas precauciones las cicatrices queloides comienzan a formarse, es importante buscar tratamiento temprano para minimizar su crecimiento y mejorar su apariencia.
Tratamientos para las cicatrices queloides
Existen varias opciones de tratamiento para las cicatrices queloides. La elección del tratamiento dependerá de la ubicación, tamaño, edad de la cicatriz y la preferencia del paciente. A continuación, describimos los tratamientos más comunes y efectivos.
1. Láser vascular
El tratamiento con láser vascular es una opción eficaz para reducir la coloración roja o morada de las cicatrices queloides. Este láser funciona apuntando a los vasos sanguíneos en la cicatriz, disminuyendo la inflamación y mejorando su apariencia. Aunque puede ser necesario realizar varias sesiones, el láser vascular es una opción no invasiva que puede producir resultados significativos.
2. Láser fraccional ablativo CO2
El láser de CO2 ablativo es una opción eficaz para tratar los queloides. Al eliminar la capa superior de la cicatriz y estimular la producción de colágeno nuevo en las capas profundas de la piel, mejora significativamente su apariencia. Este tratamiento reduce el tamaño, la altura y el enrojecimiento de los queloides, ofreciendo resultados duraderos. Sin embargo, es importante considerar que cada caso es único y puede
3. Inyección de corticoides
Las inyecciones de corticoides son uno de los tratamientos más tradicionales para las cicatrices queloides. Los corticoides ayudan a reducir la inflamación y el tamaño de la cicatriz al disminuir la producción de colágeno. Este tratamiento suele requerir múltiples sesiones, pero puede ser altamente efectivo para aplanar las cicatrices queloides.
4. Crioterapia
La crioterapia consiste en congelar la cicatriz con nitrógeno líquido, lo que causa la muerte de las células cicatriciales y reduce el tamaño de la cicatriz. Este tratamiento es más efectivo en cicatrices más pequeñas y puede ser combinado con otros métodos, como las inyecciones de corticoides.
6. Radioterapia
En casos severos, la radioterapia se puede utilizar para prevenir la recurrencia de las cicatrices queloides después de una cirugía. Este tratamiento reduce la proliferación celular, ayudando a controlar el crecimiento excesivo de la cicatriz.
Conclusión
Las cicatrices queloides pueden ser una preocupación estética y física para muchas personas, pero existen múltiples opciones de tratamiento que pueden ayudar a mejorar su apariencia. Si tienes cicatrices queloides o cicatrices con relieve, es fundamental buscar el consejo de un profesional especializado para determinar el tratamiento más adecuado según tus necesidades específicas. Los dermatólogos de IML CLINIC te guiarán en el proceso de elección de tu tratamiento correcto en una primera consulta informativa gratuita.
