El efecto Tyndall, entendido como un fenómeno físico, tiene que ver con la acción de la luz sobre un espacio o superficie. Cuando sucede, la luz penetra en el lugar y genera una sensación óptica de iluminación del medio que atraviesa. Cuando se habla del efecto Tyndall en el sector de la estética, se caracteriza por una decoloración que aparece en la piel en tonos azulados.
Desde Instituto Médico Láser (IML) te contamos a continuación en qué consiste exactamente el efecto Tyndall, cómo puede afectar a nuestra dermis y por qué puede surgir.
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¿Qué es el efecto Tyndall?
Como hemos comentado anteriormente, el efecto Tyndall es conocido principalmente por ser un efecto físico que se observa cuando, por ejemplo, la luz del sol entra por la ventana y nos deja ver las partículas de polvo en el aire. Sin embargo, al hablar del efecto Tyndall en el ámbito de la medicina estética, nos referimos a una especie de coloración azulada que aparece en determinadas zonas faciales.
Por lo general, el efecto Tyndall puede ocurrir por dos diferentes causas: cuando el ácido hialurónico de un tratamiento facial ha sido inyectado de una manera demasiado superficial o cuando el ácido hialurónico inyectado se ha desplazado a través de los tejidos.
Independientemente del motivo que lo produce, el efecto Tyndall ocurre cuando la luz penetra en la piel y actúa sobre el relleno facial. Como consecuencia, las longitudes de ondas azules se reflejan y provoca una piel con un aspecto azulado. Sin embargo, a pesar de su llamativo aspecto, el efecto Tyndall no suele suponer un riesgo ni un peligro para la salud. Y desaparece a medida que se reabsorbe el producto inyectado.
¿Cómo afecta el efecto Tyndall al ojo y las ojeras?
La zona de la ojera, al ser tan delicada por tener una piel muy fina, es más propensa a sufrir el efecto Tyndall ya que puede llegar a transparentarse y, como consecuencia, dejar ver el característico color azulado suave de este efecto.
El efecto Tyndall en ojos y ojeras se caracteriza por una decoloración azulada en la zona donde se realizó la aplicación de un determinado tratamiento. Cuando ocurre el efecto Tyndall, la luz penetra en el relleno facial y provoca que las ondas azules se reflejen y den lugar al característica tono azulado en la piel. Este efecto puede ocurrir incluso tiempo después de la realización del tratamiento o procedimiento.
Aunque no suponga un grave peligro para el paciente, sí que puede provocar una sensación incómoda desde el punto de vista estético ya que la decoloración puede tardar tiempo en desaparecer el tiempo que tarda el producto inyectado en reabsorberse.