El peso y la cantidad corporal de masa grasa dependen de un equilibrio entre el gasto energético del cuerpo y las ganancias energéticas obtenidas con la alimentación. Un desequilibrio positivo, es decir, cuando la ganancia energética es mayor que el gasto energético de forma mantenida en el tiempo, produce un depósito del excedente de energía en forma de materia grasa y ganancia de peso .
En este artículo encontrarás
¿Cómo se distribuye la grasa corporal?
En general, los depósitos de grasa tienden a establecerse según unos patrones bien definidos, aunque de forma no totalmente explicada.
Las mujeres tienden a adquirir un mayor depósito referido a zonas claramente femeninas como son los glúteos, caderas y muslos (depósito ginoide o periférico), y los varones en regiones centrales como es el tronco y el abdomen (depósito androide o abdominal).
La razón entre las diferencias entre estas dos distribuciones no está del todo establecida. Entre las causas referidas para la diferencia en dicha distribución determinada previamente destacan la influencia de las hormonas femeninas y las masculinas sobre las diferentes zonas (depósito central de predominio masculino, y depósito periférico, bajo la influencia de las hormonas femeninas); así, varones que tienen deficiencia prolongada de hormonas masculinas, pueden tener acúmulos de grasa con un patrón femenino. También se observan patrones familiares de distribución de grasa, sobre todo para acúmulos a nivel abdominal.
Otra influencia en la diferente distribución de grasa corporal, de gran importancia en la actualidad, radica en diferentes alteraciones hormonales (parece que por resistencia a la insulina e incremento de la misma en sangre) y metabólicas , que determinan lo que se conoce como síndrome metabólico (acúmulo abdominal de grasa, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, gota, etc.), aunque no se conoce si el depósito graso a nivel abdominal es la causa o la consecuencia de las mismas.
También la distribución diferenciada puede observarse en personas bajo tratamiento con algunos medicamentos, como algunos antirretrovirales utilizados en el tratamiento intensivo del VIH, por ejemplo.
Una mala alimentación , desequilibrada, con grandes periodos de ayuno e ingestas abundantes posteriores, picoteo continuo, o la hiperalimentación, así como la falta de ejercicio físico y el sedentarismo dan lugar a un mayor cúmulo de grasa. Sin embargo, el cúmulo se realiza de forma generalizada y su depósito mayor se efectuará según ese patrón previamente determinado como antes se ha explicado. Por decirlo de otra manera, el consumo de un determinado alimento no es capaz de provocar un cúmulo graso exclusivo en una zona.
Evidentemente, la falta de utilización de un grupo muscular (por ejemplo, los glúteos) da lugar a una falta de tono y tensión de dichos músculos, lo que produce una apariencia de mayor volumen graso; por el contrario, el trabajo continuado de una zona muscular provoca una mayor tonicidad y firmeza de la zona sobre la que asientan. Cuando el trabajo muscular se realiza de forma aeróbica y generalizada se produce un incremento del gasto energético y disminución de la masa grasa que no es exclusiva de una zona determinada.
De la misma forma, no hay que olvidar la presencia de celulitis, condición propia de la mujer de predominio en las zonas femeninas, y con una incidencia de hasta en el 98% de la población femenina, que puede condicionar a un incremento de la sensación de volumen en caderas muslos y glúteos, y a un secundario cúmulo de grasa por una alteración de la circulación y el drenaje de toxina en dichas zonas.
Las maniobras encaminadas a mejorar las causas que empeoran la celulitis, com son evitar ropas ajustadas, mejora del tránsito intestinal, corrección postural, eliminación de cafeína, alcohol y tabaco, así como las técnicas que disminuyen el grado de celulitis (ondas de choque, carboxiterapia, mesoterapia, radiofrecuencia, terapia subdérmica, etc.) pueden facilitar la reducción de grasa a nivel local.
Una dieta adecuada, rica en verduras y frutas, protege contra el exceso de peso y el cúmulo graso.
Consejos de IML contra la acumulación de grasa
La Unidad de Nutrición de Instituto Médico Láser de Madrid recomienda los siguientes hábitos para reducir la tendencia a acumular grasa generalizada y al aumento de peso:
- Tomar más frutas y verduras. Es recomendable tomar 5 raciones diarias.
- Tomar legumbres y cereales y pescados.
- Reducir el consumo de carnes y grasas.
- Evitar bebidas azucaradas y con gas
- Mantener un estilo de vida activo, practicando actividades que ponen en funcionamiento granes grupos musculares de forma continua y aeróbica
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