El rejuvenecimiento vaginal o vaginoplastia es una cirugía con la que corregir la distensión de los tejidos vaginales, una alteración que puede llegar a aparecer por diferentes factores a lo largo de la vida de una mujer. La vaginoplastia, una sencilla intervención que se realiza de forma ambulatoria, es capaz de recuperar la pérdida del soporte vaginal que con frecuencia conlleva también a una disminución de tonicidad y capacidad de contracción de los músculos de la vagina.
En Instituto Médico Láser (IML) ofrecemos un servicio personalizado a las necesidades, características y objetivos de cada paciente. Nos adaptamos a las circunstancias de cada persona para que los resultados obtenidos sean los realmente deseados.
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Motivos para realizar una operación de vaginoplastia
Las razones por las que someterse a una cirugía como la vaginoplastia pueden ser diferentes dependiendo de la situación y características de cada mujer. Con frecuencia uno de los principales motivos es el ensanchamiento del canal vaginal que puede producirse con la edad, tras la menopausia o después de dar a luz.
Sin embargo, la anchura del canal vaginal no es la única razón por la que algunas mujeres deciden realizar una operación de vaginoplastia. En ocasiones la incontinencia, el haber tenido una episiotomía, sufrir vaginismo, atrofia vaginal o simplemente querer una sexualidad mejor y más plena pueden ser otros de los motivos por los que realizar esta intervención en la zona genital femenina.
Así, además de por razones estéticas, con frecuencia la vaginoplastia es realizada teniendo en cuenta también motivos físicos que afectan a la salud y a la satisfacción de las mujeres con su zona genital. Gracias a la vaginoplastia los músculos de la zona vaginal vuelven a recuperar su tonicidad, consiguiendo como consecuencia un suelo pélvico más fuerte y sin cicatrices visibles.
Preparación y cuidados en una vaginoplastia
Es importante tener en cuenta algunas cuestiones antes, durante y después de un proceso de vaginoplastia.
Aproximadamente una semana antes a la cirugía y con el fin de evitar el riesgo de sangrado durante la intervención, es importante no tomar ningún tipo de anticoagulante o antiagregante plaquetario. Tras la intervención, la paciente puede sentir algún tipo de molestias durante las primeras 48 horas, periodo en el que será necesario guardar reposo y aplicar frío en la zona afectada. Estas molestias suelen desaparecer en el periodo aproximado de una semana. Además, suele ser recomendable no realizar esfuerzos ni mantener relaciones sexuales durante al menos el primer mes tras la intervención.
Es importante que la paciente tenga en cuenta y siga de manera rigurosa los consejos, recomendaciones y obligaciones que su médico le realice antes y después de la intervención. Nuestro equipo médico de IML te aconsejará y pautará en todo momento las recomendaciones y particularidades a tener en cuenta para garantizar unos resultados satisfactorios y un proceso quirúrgico exitoso.
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