En Instituto Médico Láser (IML) te contamos cómo aparecen y a que tiempo salen los lunares en bebés ya que, a pesar de que los primeros lunares pueden aparecer desde el nacimiento, el resto suelen desarrollarse durante la adolescencia y juventud.
En este artículo encontrarás
Causas y riesgos de los lunares en bebés
Los lunares son formaciones de células mélicas, es decir, acumulación de melanocitos en determinadas zonas de la piel. Cuando esto sucede, aparecen lo que comúnmente conocemos como lunares.
En caso de lunares en bebés recién nacidos, están presentes en el momento del nacimiento o aparecen en los pocos días después. Suelen iniciar su coloración con un color marrón suave y después de van tornando más oscuros y con mayor relieve durante la lactancia.
Es recomendable acudir al dermatólogo o pediatra para evaluar dichas manchas y hacer un seguimiento de su evolución a la vez que el niño crece ya que existen estudios científicos que describen que este tipo de lunares de aparición temprana tienen una estadística mayor de transformarse en melanoma maligno en función de la ubicación del lunar y su tamaño. Motivo por el cual en muchas ocasiones de decide su extirpación durante la pubertar si bien pueden malignizarse antes de la pubertad.
La asimetría, aumento de tamaño, bordes irregulares y tonos no uniformes son características que pueden indicar complicaciones en dichos lunares. Síntomas como picor, enrojecimiento o dolor también pueden llegar a ser señales de lunares malignos. Por ello, cuando se trata de lunares en bebés, es fundamental observar minuciosamente su evolución y acudir al médico ante cualquiera de los anteriores síntomas o características.
Cuando aparecen los lunares en bebés
La aparición de los lunares en bebés puede suceder nada más nacer e incluso durante el desarrollo del embrión dentro del vientre materno. Además, los nevos melanocíticos congénitos (lunares) pueden desarrollarse casi en cualquier parte del cuerpo.
Pueden aparecer desde el nacimiento o en el primer año de vida. La mayoría de lunares en bebés suelen ser de color marrón aunque también pueden presentar tonalidades rosa, rojos e incluso negros. En ocasiones pueden llegar a presentar abultamientos, pelo o rugosidades. La mayoría de lunares en bebés son inocuos y no suele ser necesaria su eliminación.
Los lunares suelen aumentar de tamaño a medida que la persona va creciendo por lo que es fundamental llevar un control y evolución junto a dermatólogos pediátricos de una manera periódica. En IML contamos con un amplio cuadro médico de dermatólogos y médicos especializados que analizarán la evolución de dichas manchas en la piel de manera profesional y minuciosa.