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Paseo General Martínez Campos, 33
28010 Madrid
El Palacio de Nerva , llamado así por ser un encargo de la marquesa de Oliva y de Nerva, es un singular y notable ejemplo de la arquitectura madrileña de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Este palacio fue adquirido en el 2005 por Instituto Médico Láser de Madrid para instalar, después de una profunda remodelación, su Clínica para tratamientos médico-estéticos.
Historia del palacio de Nerva, sede de Instituto Médico Láser
El edificio es uno de los escasos supervivientes al furor de la piqueta que, durante la segunda mitad del siglo pasado, acabó con tantos ejemplos señeros de la arquitectura que se construyó en los sucesivos ensanches de Madrid durante el siglo anterior. Estos ensanches se realizan alrededor del Paseo de la Castellana, que nace como prolongación del Paseo de Recoletos hasta la llamada Fuente de la Castellana que, a su vez, era prolongación de la reforma ilustrada del Paseo del Prado ejecutada en el siglo XVIII. Se crea con ello un eje que propicia el crecimiento de Madrid hacia el Norte, extendiendo la ciudad fuera de sus límites seculares.
Muy atentos al modelo francés imperante se desarrollan a los dos lados, casi simultáneamente, los ensanches que corresponden a los actuales barrios de Salamanca y Chamberí; cuyo trazado con calles y plazas amplias en retícula octogonal, edificios con patios ventilados y manzanas con jardines interiores recogen las recientes demandas de salubridad, que no se daban en el abigarrado casco antiguo. Estos dos barrios se convierten en los preferidos de la aristocracia y de la alta burguesía, que levantan en los mismos con gran rapidez palacios, hoteles y jardines.
Es en el ensanche de Chamberí, en el paseo del Obelisco nº 17 (hoy, Paseo del General Martínez Campos) con vuelta a la calle Zurbano, donde el arquitecto Valentín Roca y Carbonell (1863-1937) construye en los años 1904 a 1906 el Palacio de Nerva.
Este arquitecto que desarrolla su actividad profesional en las décadas finales del siglo XIX y primeras del XX, tiene una numerosa obra construida en Madrid de las que son muestra y se conservan la ampliación del Palacio del Marqués de Salamanca, de claro estilo neoclásico, los edificios de la Cava de San Miguel, de estilo modernista y la casa de la Plaza del Conde de Barajas, todos ellos ejecutados para la Duquesa de Fernán-Núñez; también se conserva el edificio sito en el Paseo del Rey con vuelta a la C/. Estanislao Figueras que aporta una interesante solución del chaflán formado por las dos calles.
En todas estas construcciones se aprecia una evolución desde el más conspicuo clasicismo hasta el estilo modernista, visible especialmente en los elementos decorativos de las fachadas, sin renunciar a elementos de otros estilos que utiliza con ecléctica soltura.
El siguiente vídeo permite realizar un tour virtual por nuestra clínica estética de Madrid:
Estilo arquitectónico
Es precisamente el eclecticismo lo que mejor define el estilo del Palacio de Nerva. Roca resuelve, de forma muy original, la situación en esquina desarrollando una fachada en curva continua con un eje en el chaflán. Su traza es completamente neoclásica , con un rotundo basamento de granito y tres órdenes de huecos rematados por una cornisa discontinua, también en sucesivas curvas, que oculta un cuerpo superior retranqueado.
La utilización de las líneas curvas en la planta y en la fachada y los elementos decorativos de la misma son de clara influencia modernista, especialmente la decoración de los huecos de la planta baja, la de los miradores laterales y la crestería. En los huecos de los dos órdenes superiores y en las balconadas del cuerpo central de ingreso utiliza, sin embargo, elementos decorativos neoclásicos combinados con otros que son tributarios del estilo neogótico. Todo ello confirma el eclecticismo, tan frecuente en la arquitectura pavillonaria francesa , con el que el arquitecto Roca define el trazado de este edificio.
Detalle de la fachada curva del palacio de Nerva
La planta del mismo se resuelve de forma simétrica sobre el eje del chaflán, y se desarrolla en crujías paralelas a fachada y testeros con un núcleo central de escalera, de geometría muy compleja, que soluciona brillantemente el acuerdo entre los trazados curvos de las crujías de fachada y el recto de las crujías laterales.
Hay dos patios simétricos centrales y uno en el fondo que permiten la iluminación y ventilación natural de, prácticamente, todas las estancias del palacio. En las plantas baja, primera y segunda se distribuyen los accesos principal y de servicio, los salones que se sitúan en la crujía de fachada y los dormitorios en las crujías laterales. Las plantas semisótano y ático se destinan al servicio.
Es en la crujía de fachada donde, como se ha dicho, se sitúan las estancias más importantes, con salones y salas de grandes dimensiones, con una decoración muy importante y acabados de gran riqueza, entre los que destacan los grandes óleos y artesonados que decoran los techos de los salones.
Detalle de «Las cuatro estaciones», un gran óleo que decora el techo de uno de los salones en el Palacio de Nerva.
«Alegoría de las Bellas Artes», fresco en el techo de uno de los salones principales del palacio de Nerva
El portal y la escalera principal tienen una decoración muy elaborada y de gran elegancia, destacando la vidriera emplomada que remata la lucera del hueco de escalera.
Vidriera emplomada del hueco de la escalera
El edificio, antes de su rehabilitación, se encontraba en estado de semi-abandono, con una utilización muy limitada; si bien su estado estructural era excelente, debido a su gran calidad de la construcción original.
Del jardín, del que sólo quedaban unos importantes ejemplares de palmeras y otros árboles y arbustos de menor valor, sabemos cuál fue su trazado original por el proyecto de Roca. Constaba de una calle que unía las dos entradas de carruajes formando un tránsito de entrada y salida; existía una fuente, desaparecida, situada en el eje del portal y tenía un conjunto de macizos y paseos de formas irregulares y sinuosas. Respondía al modelo de jardín paisajista, que se desarrolla en Inglaterra en el siglo XVIII, extrapolado a nuestro clima y a las dimensiones pequeñas de un hotel de ciudad.
Tanto el edificio como el jardín se encuentran protegidos en el vigente Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, en los niveles Integral e Histórico .
Artesonado en madera de la cuarta planta del palacio de Nerva
La rehabilitación del edificio
El objetivo principal de la rehabilitación del edificio era adaptarlo a su nuevo uso, conservando de forma rigurosa su original carácter palaciego.
Para cumplir este objetivo se ha procedido a restaurar todos los elementos constructivos y de decoración a su estado original, utilizando los materiales y técnicas de la época con los procedimientos actuales. Así se ha hecho con los pavimentos, las escayolas y artesonados, las carpinterías exteriores e interiores, los óleos y pinturas decorativas, la cerrajería etc., conservando los elementos originales y, en algunos casos, reproduciendo fielmente los muy deteriorados o perdidos.
IML ha restaurado un edificio histórico de
gran valor en una clínica para el siglo XXI.
Por otro lado, se ha dotado al edificio de las instalaciones y sistemas más avanzados que existen en este momento; exigencia del uso que se va a dar al edificio, en el que se utilizarán las técnicas médicas más sofisticadas en su especialidad. El edificio está dotado de un sistema de gestión integral para el tratamiento y pureza del aire, así como para su acondicionamiento ambiental y térmico, con una eficiencia energética excepcional .
Los sistemas de seguridad activa, pasiva y de detección y extinción de incendios son los más eficaces y modernos. Lo mismo se puede decir de los sistemas informáticos, de comunicación y de tratamiento de datos. Se ha puesto especial atención en la iluminación de todo el edificio, tanto en sus aspectos técnicos y energéticos como en los decorativos.
El jardín se ha recuperado en su trazado original, conservando las especies arbóreas existentes y reponiendo los elementos decorativos y vegetales perdidos.
Detalle del jardín del palacio de Nerva, visto desde el ala Este del edificio
En definitiva, se ha transformado un edificio histórico de gran valor en una clínica para el siglo XXI, sin perder el carácter palaciego con el que fue originalmente concebido.
En el siguiente vídeo, la Dra. Royo de la Torre, co-directora de IML, describe las ventajas diferenciales de nuestro centro médico estético:
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