diferencias acido hialuronico inductor de colageno

Opinión | Reivindicando al ácido hialurónico: «Un potente inductor de colágeno»

Certificado por Dra. Almudena Royo Pérez

Medicina Estética

En los últimos años, hemos sido testigos de un fenómeno curioso y preocupante en el mundo de la medicina estética: el creciente miedo hacia el uso del ácido hialurónico. Redes sociales, influencers y hasta los mismos medios de comunicación han alimentado la idea de que este principio activo, antes considerado el estándar de oro en rejuvenecimiento facial, ahora es un producto a evitar. Paralelamente, ha surgido un auge en la popularidad de los inductores de colágeno, posicionándose casi como una alternativa «más segura» o «más natural». Pero, ¿realmente se trata de principios activos opuestos o rivales? Nada más lejos de la realidad.

propiedades del acido hialuronico

Como médico estético, considero fundamental aclarar esta confusión. El ácido hialurónico no ha dejado de ser un excelente tratamiento, contrario a lo que las creencias populares indican, es un gran inductor de colágeno. Su capacidad para hidratar, reposicionar tejidos y —lo que muchos olvidan— estimular de manera natural la producción de colágeno, lo convierten en un componente versátil y valioso. Esto, sin embargo, no significa que los excesos, la mala praxis y el uso indiscriminado del producto generen resultados poco naturales y la acumulación de la sustancia en algunos pacientes, lo que ha contribuido a una percepción negativa, injustamente generalizada.

El ácido hialurónico no ha dejado de ser un excelente tratamiento… Su capacidad para hidratar, reposicionar tejidos y —lo que muchos olvidan— estimular de manera natural la producción de colágeno, lo convierten en un componente versátil y valioso.

Es importante recordar que el ácido hialurónico, correctamente utilizado y aplicado por un médico estético experimentado, no solo resalta zonas bonitas del rostro -como los pómulos o la demarcación del óvalo facial, entre otros-, sino que, además, los de baja reticulación están diseñadas para inducir la síntesis de colágeno en la piel de forma gradual. Estos tratamientos, como los conocidos skinboosters o técnicas de biorremodelación, estimulan los fibroblastos y mejoran la calidad cutánea, sin alterar las facciones ni generar rigidez.

inductores de colageno que son

Por otro lado, los inductores de colágeno como el ácido poliláctico o la policaprolactona -por mencionar solo algunos- tienen un enfoque distinto: actúan como estimuladores puros, sin aportar volumen inmediato, y requieren más tiempo para mostrar resultados visibles. Son ideales para pacientes con flacidez incipiente o pérdida generalizada de calidad dérmica, y sí, son una excelente opción en protocolos de rejuvenecimiento. Pero no reemplazan por completo al ácido hialurónico.

La narrativa actual que presenta al ácido hialurónico como el enemigo es simplista y errónea. Tanto el ácido como los inductores pueden —y deben— coexistir dentro de un abordaje personalizado, integral y holístico. De hecho, combinarlos estratégicamente en función de las necesidades del paciente suele ofrecer resultados mucho más efectivos, duraderos y armónicos que respetan la fisonomía del paciente.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por IML Clinic (@iml.madrid)

La nueva era de la medicina estética nos conduce por un camino donde la naturalidad, la prevención y la bioregeneración son los pilares. El ácido hialurónico sigue siendo, sin duda, uno de nuestros mejores aliados, para nada un villano. Lo importante no es el producto en sí, sino cómo, dónde y por qué se utiliza.

En resumen, lejos de ser enemigos, el ácido hialurónico y los inductores de colágeno son herramientas complementarias. El verdadero avance está en entender que el rejuvenecimiento real no viene de modas pasajeras, sino de tratamientos bien indicados, realizados con criterio médico, experiencia y respeto por la individualidad de cada paciente.

doctora almudena royo

Reserva ahora tu consulta gratuita