Los anticonceptivos orales son fármacos que contienen derivados sintéticos de las hormonas sexuales femeninas, en su mayor parte están compuestos por un análogo de estrógeno denominado etinilestradios y por un progestágeno sintético, sobre todo derivados de la 17 alfa hidroxiprogesteroona y la 19 nortestosterona.
La toma de anticonceptivos puede favorecer la aparición del melasma, que es una melanosis adquirida de evolución crónica y que cursa con zonas hiperpigmentadas en zonas de localización clásica como son mejillas, frente y región peribucal.
El melasma es más común en el sexo femenino y más frecuente en las mujeres de fototipos más altos, desde fototipos III y IV. se observa más frecuentemente en mujeres de edad reproductiva y existe predisposición genética por antecedentes familiares de melasma.
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Cómo afectan los anticonceptivos al melasma
Los anticonceptivos orales pueden dar lugar a una reacción desfavorable en el organismo facilitando la aparición de melasma. Otros estados hiperestrogénicos, la predisposición genética, la exposición solar, o las reacciones fotosensibilizantes pueden también tener protagonismo en la etiología de la aparición del melasma.
El mecanismo de actuación de los estrógenos y los progestágenos en la pigmentación cutánea no es del todo conocido. El embarazo también aumenta la prevalencia del melasma, en cuyo caso, tras el parto algunos melasmas desaparecen y otros se atenúan reapareciendo en embarazos posteriores.
En la patogénesis del melasma influyen factores hormonales, inflamatorios, y centrales, de la actividad de los genes y factores inmunológicos. Como factores extrínsecos influyen la radiación ultravioleta, los cosméticos y los medicamentos.
Posibles tratamientos para el melasma
El melasma es una alteración cutánea de tipo crónico por lo que, además de un tratamiento específico, necesita de cuidados diarios por parte del paciente y puede necesitar tratamientos médicos continuos como mantenimiento. No existe un tratamiento definitivo para el melasma.
El tratamiento de un melasma necesita de una atención y diagnóstico personalizado a cada paciente. El médico experto en el tratamiento del melasma debe valorar la historia clínica del paciente, su edad, su fototipo, su estado hormonal y el historial de tratamientos previos contra el melasma para intentar establecer el tratamiento que pueda ser más interesante en su caso. Hoy en día se emplea con bastante éxito el ácido tranexámico para inhibir la síntesis de melanina, si bien también es necesario tratamiento previo despigmentante además de inhibir la síntesis de melanina con otras sustancias como el ácido azeláico, el ácido kójico o la hidroquinona. Para inducir la despigmentación del melasma se pueden emplear determinados tipos de peeling químico y se puede apoyar el tratamiento con láser infrarrojo fraccional 1550 y con láser de picosegundos.
El tratamiento del melasma requiere alta colaboración por parte del paciente ya que deberá tener una protección solar muy rigurosa y aplicarse de forma constante el tratamiento domiciliario que le mande su especialista.
En cualquier caso y con un tratamiento correcto y bien indicado y con todos los cuidados por parte del paciente mantenidos con rigor, el melasma es un problema crónico que puede no llegar a eliminarse con el tratamiento o reaparecer con bastante facilidad. Por ello es muy importante que los pacientes con problema de melasma interioricen que es un problema crónico y que precisará tratamiento de mantenimiento con mucha probabilidad.
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