Las patas de gallo a los 40 son una de las preocupaciones estéticas más frecuentes en la consulta de Medicina Estética Facial, ya que pueden aportar a la mirada un aspecto de cansancio, tristeza o envejecimiento.
Sin embargo, estas arrugas horizontales de la zona exterior del ojo no siempre dependen de la edad.
Te explicamos por qué aparecen las patas de gallo y qué soluciones te aportamos desde IML para mejorarlas.
En este artículo encontrarás
¿Por qué aparecen las patas de gallo con 40 años?
La principal causa por la que aparecen las patas de gallo con 40 años es porque a esta edad suelen comenzar a ser visibles los signos de envejecimiento en el rostro. A partir de los 30 años se produce un descenso en la producción de colágeno, lo que supone la pérdida progresiva de firmeza y elasticidad de la piel.
El paso del tiempo no siempre es la causa de estas arrugas. A nuestra consulta acuden pacientes de alrededor de 30 años que ya presentan patas de gallo marcadas. Y también pacientes de más de 50 en los que estas arrugas son de carácter leve, especialmente cuando han mantenido buenos hábitos de protección solar y de vida saludable.
Las causas por las que aparecen las patas de gallo son:
EXPRESIÓN FACIAL
Alrededor de los ojos se localiza el músculo orbicular, que se contrae cada vez que realizamos gestos como sonreír o entrecerrar los ojos frente a la luz del sol o para enfocar mejor, por ejemplo.
Este movimiento tan repetido en el día a día es el responsable de la formación de este tipo de arrugas, cuya evolución puede hacer que sean visibles incluso cuando el músculo está en reposo.
CARACTERÍSTICAS DE LA PIEL DEL CONTORNO DE OJOS
Por sí misma, la piel del contorno de los ojos es delicada. Posee menor cantidad de fibras de colágeno y de glándulas sebáceas.
Todo ello contribuye a que la piel pierda capacidad de recuperación tras cada contracción de los músculos faciales.
PROCESO DE ENVEJECIMIENTO
A partir de los 35 años comienzan a ser perceptibles las consecuencias de la reducción del colágeno, proteína esencial para la elasticidad de la piel.
Por este motivo, hacia los 40 años estas arrugas pueden presentar cierto desarrollo y ser perceptibles incluso en reposo.
EXPOSICIÓN DEL ROSTRO
La cara está muy expuesta a factores que pueden afectar a la calidad de la piel, como la radiación solar, que produce daños estructurales en la piel, también en la del contorno de los ojos.
¿Qué podemos hacer contra las patas de gallo a los 40?
Según la experiencia de nuestros médicos, lo mejor que podemos hacer contra las patas de gallo es tanto mejorar su aspecto como prevenir su empeoramiento.
Para ello aplican dos tipos de tratamientos faciales sin cirugía:
- Tratamiento infiltrado
- Láser de CO2
Tratamiento infiltrado de arrugas dinámicas
Tratamiento ideal para patas de gallo de grado leve a moderado.
Produce un efecto de relajación temporal del músculo. Al reducir la contracción muscular reducimos la formación de las patas de gallo y obtenemos un alisamiento de la piel.
El tratamiento es tanto correctivo como preventivo, porque ayuda a ralentizar la aparición de nuevas arrugas y evita que empeoren las ya presentes.
Láser de CO2
Ideal para piel deteriorada y arrugas marcadas, incluso en reposo.
El Láser de CO2 produce un efecto térmico que activa la regeneración del colágeno y la elastina, lo que ayuda a atenuar las patas de gallo visibles incluso cuando el músculo está relajado.
En IML contamos con láseres de CO2 específicos para el tratamiento del contorno de los ojos, que además mejoran las manchas, el tamaño del poro y otras imperfecciones de la piel.
Cada tipo de arrugas y su grado de evolución tienen su tratamiento ideal. Si deseas conocer cuál es la técnica más adecuada para mejorar tus patas de gallo, uno de nuestros médicos expertos estará encantado de estudiar tu caso y responder a todas tus dudas en una consulta informativa sin coste.
