Para que las células diferenciadas mantengan las posiciones adecuadas, las proporciones adecuadas, se reconozcan entre sí y se mantengan unidas formando un tejido, deben existir señales entre las mismas. Este sistema de comunicación intercelular está constituido por sustancias variadas entre las que se encuentran las citoquinas, las interleuquinas y los factores de crecimiento.
Los factores de crecimiento participan en la formación de hueso y cartílago, en la reparación de fracturas óseas, tendones y ligamentos. Su uso terapéutico ha causado gran interés y desarrollo dentro de la medicina deportiva y la enfermedad por accidentes laborales.
A lo largo de estos últimos años la evidencia clínica ha acreditado la eficacia de la terapia regenerativa con factores de crecimiento asociada a los enfoques reparativos en procedimientos de traumatología, odontología y cirugía maxilofacial, cirugía plástica, estética y cirugía reparadora. El interés de estas sustancias es que favorecen el índice de reparación tisular tanto de tejidos blandos como de huesos, reducen el índice de infección, el dolor y las pérdidas hemáticas.
En este artículo encontrarás
- 1 Los factores de crecimiento más conocidos e importantes son:
- 2 Factores de crecimiento a nivel plaquetario
- 3 Efectos del tratamiento con factores de crecimiento
- 4 ¿Cómo se obtienen los factores de crecimiento?
- 5 ¿Qué conseguimos con la Terapia Regenerativa con Factores de Crecimiento?
- 6 Resultados con la Terapia Regenerativa con Factores de Crecimiento
Los factores de crecimiento más conocidos e importantes son:
- HC (hormona del crecimiento).
- FCI-1 (factor del crecimiento insulinoide).
- FCDP (factor de crecimiento derivado de las plaquetas).
- FCVE (factor de crecimiento vascular endotelial).
- FTC-beta (factor transformador del crecimiento-beta).
- FCF a y FCF b (factor fibroblástico ácido y básico, además de otros).
Químicamente, los factores de crecimiento son péptidos o fragmentos proteicos activos biológicamente y son secretados por todas las células del organismo y que se acumulan en mayor cantidad en fibroblastos, glándulas salivares, osteoblastos, lágrimas y riñones. Cuando aparece una lesión a nivel de epidermis, dermis, hueso o cualquier otro tejido son activados y a medida que avanza la edad su actuación va disminuyendo.
La función de estas sustancias es mediar en la emisión de una serie de señales entre las que destacan la migración, la diferenciación, la activación y la mitosis celular. Las células receptoras pueden estar próximas o no a las células emisoras.
Factores de crecimiento a nivel plaquetario
A nivel plaquetario existen varios factores de crecimiento:
El FCDP
Entre este tipo de péptidos o proteínas se encuentran los factores de crecimiento plaquetario (FCDP, platelet derived growth factor). Ante la presencia de una herida, y transcurridos 10 minutos (tiempo necesario para que se haya producido el coágulo), las plaquetas liberan el 95% de los factores de crecimiento presintetizados y almacenados en forma de gránulos A. Esta liberación se extiende a lo largo de aproximadamente una hora. A continuación, como consecuencia del estímulo de la angiogénesis inducido por las plaquetas aparecen los macrófagos que asumen la reparación tisular mediante la liberación de sus propios factores.
El factor de crecimiento plaquetario tiene capacidad para actuar sobre fibroblastos, células óseas, o mioblastos y por ello está cualificado como un factor de amplia especificidad. Es una proteína de 30 Kilo Dalton de peso molecular. Se trata de un dímero formado por dos cadenas de aminoácidos A y B con una similitud entre ellas del 60%. La cadena A tiene 121 aminoácidos y la cadena B tiene 125. Y de la combinación de estas cadenas surgen tres tipos de FCDP, el AA, el AB y el BB.
Estas distintas versiones del FCDP tienen distinto efecto sobre distintos tipos celulares. Pero lo primero que se comprobó es que tiene efecto quimiotáctico para monocitos y macrófagos. Su efectividad está mediada por la interacción con los receptores de las membranas que se denominan alfa y beta.
Este factor tiene una gran influencia sobre los fibroblastos estimulando su multiplicación celular y su efecto quimiotáctico o de llamada. También estimula muy marcadamente la producción de fibras colágenas a nivel de la sustancia extracelular. Y como hemos dicho antes tiene efecto de llamada sobre monocitos y macrófagos.
FCVE
Otro de los factores de crecimiento que se encuentra en los gránulos A de las plaquetas es el vascular endotelial con una importante función mitogénica (de multiplicación) sobre las células endoteliales vasculares, y por lo tanto tiene alta capacidad angiogénica. Posee una estructura semejante al FCDP-BB pero se une a otros receptores y por ello produce efectos diferentes.
Beta1_ 2 –FCT
Este factor de crecimiento tiene una gran familia, que va del Beta 1 al Beta 5, cuyos principales efectos son distintas actuaciones sobre las células dependiendo del tipo de célula y el entorno.
En las plaquetas se encuentran el Beta 1 y 2 muy vinculadas a los procesos de reparación del tejido conjuntivo. Básicamente tienen un efecto acelerador de la producción de sustancia extracelular (colágeno).
FCI-I y II
Poseen actividad quimiotáctica sobre fibroblastos, osteoblastos y células precursoras.
FCFa y FCF b
Son factores de crecimiento muy involucrados en la reparación de heridas debido a que estimulan prácticamente a todas las estirpes celulares que están involucradas en el proceso de reparación, con un efecto básicamente quimiotáctico:
- Células endoteliales y proliferación vascular.
- Fibroblastos.
- Queratinocitos.
- Mioblastos y otros.
FCE
Tiene un efecto importante en la estimulación de la división y multiplicación de los fibroblastos y queratinocitos. Y además estimula la migración y división de las células epiteliales y aumenta la síntesis de proteínas como la fibronectina.
Efectos del tratamiento con factores de crecimiento
Los factores de crecimiento autólogos ejercen un efecto de:
- Quimiotaxis sobre los macrófagos.
- Quimiotaxis y promitótica sobre células madre, fibroblastos y osteoblastos.
- Regeneración de matriz extracelular (colágeno).
- Efecto angiogénico (estímulo de crecimiento de yemas microvasculares nuevas) y formación de matriz extracelular.
Por ello, entre otras cosas, los factores de crecimiento regulan la remodelación y reparación de la piel con un papel fundamental al permitir una regeneración más rápida y mejor de los tejidos conjuntivos dañados. En estos últimos años se ha comprobado que la inyección subcutánea de factores de crecimiento inducen cambios muy positivos en la piel envejecida, ya que:
- Restaura la capacidad de reparación.
- Aumenta el grosor y la elasticidad de la piel al inducir neocolagenogénesis en los fibroblastos.
- Mejora la microvascularización al estimular la neoangiogénesis.
- Estimula las secreciones de la piel y ayuda a mantener la estructura cutánea con mayor integridad y juventud.
¿Cómo se obtienen los factores de crecimiento?
La Terapia Regenerativa con Factores de Crecimiento es una fracción de la sangre del paciente concentrada ocho veces sobre sus valores normales mediante centrifugación. Se trata de una práctica médica avalada por un importante soporte científico.
El procedimiento consiste en realizar una extracción de sangre estándar al paciente (10-20 cm3) y centrifugarla durante 14 minutos en un tubo con citrato de sodio para que no coagule. Con la centrifugación se produce la separación de la fracción líquida del resto de la sangre. Esta fracción vuelve a ser centrifugada para obtener, a su vez, dos subfracciones, una rica y otra pobre en factores de crecimiento.
Esta alta concentración de factores de crecimiento se infiltra de nuevo al paciente mediante la técnica de mesoterapia (inyecciones intradérmicas) o infiltraciones (inyecciones en tejido celular subcutáneo).
No existe intolerancia ni rechazo, pues se trata de una parte de la sangre del propio paciente, por lo que no se producen reacciones adversas ni efectos tóxicos o alergizantes. Al realizarlo mediante infiltraciones, pueden aparecer pequeños hematomas en la zona tratada.
¿Qué conseguimos con la Terapia Regenerativa con Factores de Crecimiento?
Este tratamiento es recomendable a partir de los 30 años. Es decir, en cuanto la piel del paciente empieza a perder parte de su potencial reparador, o bien cuando los signos de envejecimiento han empezado a aparecer, bien vinculados al fotoenvejecimiento, al estrés o al tabaquismo.
Principalmente, el daño solar produce un grave daño en la piel, acelera su oxidación y el aumento de radicales libres. El capital solar de la piel de cada individuo está formado por los medios de defensa de ésta para luchar contra las agresiones solares. Se mide como el número de horas que un individuo puede exponer su piel al sol durante toda la vida. Una vez que estas horas se han consumido empiezan a aparecer los problemas cutáneos y los signos visibles del fotoenvejecimiento. El capital solar está predeterminado genéticamente y no es modificable.
Los radicales libres intoxican el metabolismo celular y la fisiología normal de la piel se ralentiza. La piel lucha contra los radicales libres produciendo los antioxidantes naturales que capturan los radicales y los neutralizan, evitando su efecto dañino.
Pero cuando la agresión solar cutánea es intensa y repetida, la capacidad reparadora de la piel ve superada (el capital solar se ha consumido), tiene lugar un almacenamiento de daño actínico, es decir, la piel comienza a guardar memoria de los daños solares porque ya no es capaz de neutralizarlos.
Los fibroblastos reducen la cantidad de síntesis de fibras elásticas y colágenas y la sustancia predominante en la sustancia fundamental amorfa que es el ácido hialurónico, principal elemento que retiene el agua en la piel y que confiere a la piel grosor, textura y lozanía.
Esta espiral descendente se puede neutralizar, podemos devolver a la piel la capacidad de regeneración de los 20 años. Y lo podemos hacer gracias a nuestros propios factores de crecimiento autólogos, estimulando a los fibroblastos dérmicos.
Resultados con la Terapia Regenerativa con Factores de Crecimiento
Los resultados que se obtienen son:
- Aumento del tono y tersura de la piel.
- Aumento del brillo.
Esto resultados son visibles prácticamente desde el momento que se realiza la técnica. A medida que pasa el tiempo necesario para que sea visible la existencia de nuevas proteínas a nivel dérmico hay una mejoría de aspecto.
Una sesión después del verano puede ser suficiente para ayudar a la piel al proceso reparador. IML recomienda realizar un tratamiento completo, que consta de tres sesiones.
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