Tratamiento de bolsas perioculares sin cirugía
Con el paso de tiempo, la piel y los tejidos que rodean los ojos sufren una pérdida de tersura y elasticidad. Esto provoca que la grasa que se encuentra bajo el globo ocular se prolapse hacia delante, apareciendo las conocidas bolsas perioculares .
Con frecuencia, este aumento de volumen por debajo del ojo, impide al tejido linfático un buen drenaje de la zona, lo que provoca retención localizada de líquido que empeora aun más el problema.
Si a estos dos factores, añadimos el hecho de que la piel periocular, con la edad, va cambiando su tono y se vuelve con frecuencia mas oscura y apagada, podemos entender el “ efecto ojera ” que tanto nos suele preocupar.
Actualmente podemos atenuar de modo considerable este inestetismo mediante la técnica de Modelado Periocular con ácido poliláctico o policaprolactona.
La técnica consiste en la infiltración de uno de estos dos productos entre el hueso y la musculatura que hay por debajo de la órbita, mediante una aguja finísima y sin ningún tipo de dolor.
Esto nos permite elevar la piel de la zona de la transición entre la bolsa de grasa y el resto de tejido, consiguiendo varios objetivos:
- Atenuar visiblemente el defecto de volumen que queda entre la nariz y las bolsas para evitar el efecto óptico de aumento de las mismas.
- Estimular el drenaje linfático de la zona.
- Evitar las sombras que proyectan las luces habituales sobre la región inferior del ojo cuando existen bolsas prominentes, que con frecuencia aumentan el oscurecimiento de la zona.
Este procedimiento solo esta contraindicado en pacientes con antecedente de herpes ocular o de formación de queloides.
La duración del efecto es de año y medio a dos años.