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El arte del Tratamiento con Toxina Botulínica

Certificado por Dra. Josefina Royo de la Torre

La toxina botulínica tipo A es uno de los tratamientos más versátiles en Medicina Estética para el rejuvenecimiento facial , especialmente en la corrección de arrugas dinámicas . Sin embargo, para obtener resultados naturales y evitar las caras inexpresivas es necesario que el médico que aplica la técnica tenga en cuenta una serie de factores que detallamos en este artículo.

Toxina botulínica: Factores a tener en cuenta para conseguir resultados naturales

Definiendo una adecuada inyección de cantidades mínimas de materiales de relleno en los lugares precisos y suavizando la potencia de discretos músculos faciales es posible mejorar la belleza de la cara sin cirugía.

Para alcanzar el adecuado equilibrio del tratamiento es imprescindible un manejo muy sutil de estos recursos y hacer un estudio individualizado de cada paciente.

Para obtener resultados naturales con la toxina botulínica en el tratamiento de las arrugas de expresión es imprescindible que tanto el médico como el paciente tengan en cuenta los siguientes factores:

  • Experiencia del médico
  • Formación del médico
  • Examen exhaustivo de la cara
  • Expectativas de resultados por parte del paciente
  • Dosis de toxina botulínica

Experiencia del médico

Un médico con experiencia en la infiltración de toxina botulínica habrá depurado y perfeccionado la técnica. El paciente puede pedir al médico que le muestre fotografías de antes y después del tratamiento con toxina botulínica en otros pacientes, de esta forma podemos hacernos una idea de la sensibilidad estética del médico.

Formación del médico

La formación adecuada y exhaustiva del médico en la infiltración de toxina botulínica es fundamental para obtener los mejores resultados, ya que se requiere un profundo conocimiento tanto de la musculatura facial y sus sinergias como de las técnicas más avanzadas para lograr objetivos concretos y personalizados.

Podemos comprobar si el médico participa en actividades de formación, talleres o congresos consultando su currículum vitae.

Examen exhaustivo de la cara

El tratamiento con toxina botulínica debe realizar con total precisión y con un profundo conocimiento anatómico de la estructura facial . Para ello es necesario personalizar al máximo el tratamiento, ya que cada cara es única, por lo que el examen facial debe ser exhaustivo.

En el examen del rostro, el médico pedirá al paciente que haga determinados gestos:

  • Cara de sorpresa
  • Cara de enfado
  • Sonrisa
  • Hablar
  • Besar
  • Entrecerrar los ojos
  • Cara de tristeza
  • Tensar el cuello

Estos gestos ofrecen al médico toda la información para conocer, entre otros, cómo funciona esa musculatura, qué músculos se contraen más frente a otros, el grado de envejecimiento de la piel o zonas de la cara que apenas se mueven.

Es importante valorar también el tono muscular, ya que un músculo muy desarrollado producirá más arrugas que un músculo más débil, y además requerirá una dosis mayor de toxina botulínica.

Expectativas de resultados por parte del paciente

Otro factor fundamental es que médico y paciente lleguen a un acuerdo sobre el tipo de resultado que es conveniente obtener, ya que las expectativas del paciente no siempre están vinculadas a un mejor resultado estético .

Un ejemplo muy frecuente en consulta es la eliminación de arrugas en la frente . Las pacientes que presentan arrugas en la frente y poseen además otros signos de envejecimiento facial avanzado por la edad suelen pedir la eliminación total de las arrugas en la frente que salen al hablar. En estos casos, el médico explicará detalladamente al paciente que si paraliza totalmente los músculos de la frente, el resultado va a ser muy artificial, ya que las cejas caen hacia abajo y la expresión se enrarece.

Dosis ideal de toxina botulínica

El resultado de la toxina botulínica es dosis dependiente . Es decir, cuanto mayor es la dosis infiltrada, mayores son los efectos y más tiempo duran.

El paciente debe saber que la toxina botulínica, en función de la dosis aplicada, puede relajar el músculo o paralizarlo completamente .

Un músculo relajado tiene una duración de entre 3 y 4 meses. Un músculo paralizado tiene una duración de entre 5 y 6 meses.

Para no perder expresividad en la cara, las dosis deben ser adecuadas y no excesivas. De esta forma se obtiene un resultado más natural.

Resultado natural tras la infiltración de toxina botulínica

El estudio del rostro, la dosis y las expectativas del paciente son factores clave en el resultado de la toxina botulínica

¿Cuándo aplicamos toxina botulínica en IML?

La toxina botulínica tipo A es una neurotoxina que bloquea la señal que el nervio envía al músculo para contraerse. Por tanto, este tratamiento a nivel muscular se aplica principalmente para atenuar las arrugas de expresión producidas por la contracción de los músculos faciales. Son arrugas de expresión las arrugas de la frente, las del entrecejo, las patas de gallo y las que se forman por encima de las cejas.

Otras aplicaciones de la toxina botulínica en Medicina Estética Facial son:

  • Corregir el efecto de cara cuadrada
  • Suavizar la barbilla prominente
  • Complementar el tratamiento del surco nasogeniano y de las líneas de marioneta
  • Proyectar la punta de la nariz

Corregir el efecto de cara cuadrada

Cuando los músculos maseteros o músculos de la masticación están muy desarrollados, pueden provocar un aspecto cuadrado al rostro. Para relajar estos músculos se aplica toxina botulínica en el tercio inferior facial y, por contraste, mejora la proyección de los pómulos.

Suavizar la barbilla prominente

La barbilla que mira hacia arriba se corrige aplicando toxina botulínica en el músculo mentoniano.

Complementar el tratamiento del surco nasogeniano y de las líneas de marioneta

El tratamiento principal del surco nasogeniano y de las líneas de marioneta es el relleno facial con materiales como el ácido hialurónico, el ácido poliláctico o la hidroxiapatita cálcica, entre otros.

La toxina botulínica puede completar el tratamiento relajando el músculo nasogeniano y elevador del labio, que son los responsables de la hendidura del surco nasogeniano, así como el depresor del ángulo de la boca y el depresor del labio inferior, que son los responsables de las líneas de marioneta.

Proyectar la punta de la nariz

En la columela o zona que hay entre las dos fosas nasales, está el depresor de la punta que, cuando está más desarrollado de lo normla, hace que la punta de la nariz baje al hablar. La toxina botulínica relaja esta estructura, impidiendo que la nariz baje cuando el paciente habla.

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