El acné es una de las alteraciones dermatológicas que con mayor frecuencia afecta sobre todo al rostro de varones y mujeres de entre 12 y 30 años aproximadamente, el 85% de los adolescentes presentan cierto grado de acné de distinta severidad, y en algunos casos se mantiene durante la vida adulta. Sin embargo la prevalencia en la mujer es más frecuente que en el hombre en la edad adulta.
El acné es una enfermedad del folículo pilosebáceo en la que se produce la concurrencia de el aumento de producción de sebo y aumento del desarrollo de las glándulas sebáceas, junto con un déficit de descamación de los queratinocitos y que cursa con presencia de la bacteria característica (Propionibacterium acnes) y con inflamación.
El tipo de acné puede clasificarse atendiendo a su gravedad, en cuyo caso se diferencia cuatro grados desde acné leve (escasas pápulas y pústulas pequeñas) hasta acné muy severo o grado 4 con lesiones muy inflamatorias y abundantes nodulosas, dolorosas y pustulosas.
También se pueden distinguir distintos tipos de acné según el tipo de lesiones que se producen, y se diferencian con este criterio el acné comedoniano, papuloso, atrófico, conglobata, quístico o queloideo.
En relación al momento de la vida de la aparición, existe acné del recién nacido, de la infancia, premenstrual o del adulto.

Algunos tipos de acné están producidos por connotaciones ambientales como los ambientes muy húmdedos y calientes, existe acné causado por los cosméticos y también por la manipulación de productos químicos especiales o producido por fármacos. Un tipo de acné especial es el acné rosácea que hoy en día se considera una entidad patológica diferenciada del acné. El principal agente relacionado con la causa de la aparición del acné es la sobreproducción de sebo en las glándulas sebáceas, que se encuentra a su vez regulado por la testosterona, los estrógenos y otras hormonas como la insulina, la hormona liberadora adreno corticotropa y los glucocorticoides.
El acné es una patología dermatológica, este trastorno afecta no solo a la aparición física de la persona, también puede llegar a provocar problemas cutáneos muy importantes y problemas psicológicos mayores. Y a pesar de que su aparición es más común durante la pubertad, el acné hormonal puede darse también en edades adultas, tanto en hombres como en mujeres. Así, aquellas personas con altos niveles de testosterona, que estén con la menopausia, durante el embarazo o con el ciclo menstrual, pueden sufrir también diferentes brotes de acné hormonal.
En Instituto Médico Láser (IML) contamos con diferentes tratamientos que te ayudarán a reducir el acné hormonal adulto de manera eficaz. Algunos de nuestros tratamientos más eficaces contra el acné activo son la terapia fotodinámica con luz LED o el láser Ydun Frax 1550. Recuerda que es fundamental contar con el asesoramiento personalizado de un médico experto que indique cuáles son los mejores pasos para acabar con el acné. De este modo, el tratamiento para el acné hormonal debe ser elegido por un dermatólogo o médico especialista, quien puede determinar la causa real de su aparición y la severidad de la inflamación.
Desde IML te recomendamos que, a la mínima aparición de acné o alguna otra alteración dermatológica, te pongas en contacto con un médico especialista que determine el origen de dicha patología y te ayude a identificar el mejor tratamiento para solucionarlo. Pide ya tu primera cita gratuita en IML y nuestros dermatólogos analizarán tu caso de manera personalizada.
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